En una publicación anterior hablamos sobre cómo eliminar del vehículo el pelo de nuestras mascotas. En esta ocasión, trataremos el tema sobre cómo viajar en coche con un animal de compañía.
Primero de todo, hay que tener en cuenta que el Código de Tráfico y de Seguridad Vial de la DGT establece lo siguiente:
El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos.
Podemos comprobar, pues, que los desplazamientos con mascota están permitidos siempre y cuando esta no obstaculice la conducción. Por esta razón, con la finalidad de que el conductor pueda desplazarse sin ningún tipo de interferencia, existe una serie de sistemas para transportar a un animal en el interior de nuestro vehículo. A continuación, repasaremos los más comunes y recomendados.
Rejas divisorias
Una rejilla divisoria es aquella que se coloca entre el maletero y los asientos delanteros, permitiendo a la mascota –por lo general aquellas de gran tamaño– moverse de forma libre y sin interrumpir al conductor. No obstante, en caso de impacto existe una mayor probabilidad de que el animal pueda sufrir graves lesiones.
Las rejillas que el RACE recomienda son aquellas que se montan desde el techo del vehículo hasta el suelo del maletero y que cumplen, además, las normas DIN 75410-2.
Arnés de doble enganche
Este sistema, recomendado sobre todo para perros, tiene la ventaja de evitar que la mascota se desplace hacia adelante –siempre y cuando el sistema de unión sea corto–, eliminando la posibilidad de que el animal impacte contra algunas zonas del coche en caso de colisión, y, por ende, de que el conductor pueda sufrir por ello cualquier tipo de lesión.
Transportín
El transportín es considerado como el método más seguro. Si el perro es de gran tamaño, lo adecuado es situarlo en el maletero, concretamente en posición transversal en dirección a la marcha y lo más cerca posible del respaldo. Por otro lado, en caso de tener una mascota de poco tamaño, lo correcto sería ubicar el transportín en el suelo justo detrás de los asientos delanteros. Asimismo, es preferible no colocarlos sobre los asientos, aunque sea sujetándolos con el cinturón de seguridad.