Estamos en enero y la nieve ha llegado a España. El fuerte temporal ha causado estragos en muchas partes de la península y seguro que hay más de uno que ha sufrido las consecuencias de la nieve en su coche. Carreteras cortadas, cadenas, limitar la velocidad… son algunos de los consejos habituales para que la conducción sea lo más segura posible.
Si tu coche está aparcado a la intemperie llegará a temperaturas iguales a las del exterior. Esto obligará a encender la calefacción al máximo cuando entremos a este. También será necesario activar la resistencia eléctrica de la luneta posterior y, si la lleva, del parabrisas, para desempañar las lunas. Todos estos factores harán el consumo de combustible.
Es posible también que la cerradura esté congelada, y que la luna delantera esté cubierta de hielo. Muchas veces el hielo y cuando intentamos retirarlo de nuestro coche rayamos la carrocería. Otra consecuencia del frío es la pérdida de elasticidad de neumáticos y piezas de goma, como sellos, burletes y molduras, las correas y los manguitos del motor, o las de los limpiaparabrisas por debajo de 10ºC. El frío también toca de lleno a la presión de los neumáticos, que desciende conforme lo hace la temperatura exterior: unos 0,07 bares (1 psi) por cada 5ºC de bajada. Además, la utilización de la sal, la cual se usa para deshacer la nieve y el hielo de las carreteras, favorece la corrosión de las partes metálicas de los coches, especialmente en las partes inferiores. También provoca daños en la pintura y las llantas. Además que también pueden producir oxidación en partes del coche cómo, amortiguadores, tubo de escape, frenos y radiador. Para evitar que la sal corrosione tu vehículo, debes lavarlo con frecuencia, para que esta no se acumule. El hielo también puede causar que la batería del coche se descarte y que las luces pierdan fuerza.
En conclusión, los peligros del frío para nuestro coche son:
- Limpiaparabrisas pegados
- Neumáticos sin presión
- Desgaste de la carrocería (rajaduras por el hielo,Puertas atascadas…)
- Baterías descargadas
- Líquidos congelados
- Frenos menos eficaces
- Luces descuidadas
Para evitar que todo esto suceda debemos encargarnos de limpiar nuestro coche cuanto antes después de haberlo tenido expuesto a tales condiciones climáticas.