Cuando vas al autolavado, seguro que lo último que piensas es en lavar las partes de tu coche que no están a la vista. Quieres que la carrocería luzca radiante, como si tu coche fuera nuevo.
Y por supuesto, te gusta que el aroma que se le queda al interior de tu cuando lo aspiran y limpian con productos especiales.
Hoy queremos contarte la importancia de limpiar con cierta periodicidad algunas partes de tu vehículo que hasta ahora pensabas que no era necesario. No solo debes pensar en la estética, ten en cuenta que está en riesgo tu seguridad y la de tus acompañantes.
Lava con frecuencia los bajos de tu coche y el motor
A lo largo del tiempo se irán acumulando bajo tu coche residuos que pueden causar daños en, por ejemplo, el tren de rodaje. Hay pequeños orificios que pueden obstruirse a casa del barro y otras partículas. Además, algunos materiales pueden sufrir cierta oxidación si no lo se lavan con frecuencia.
La suciedad y el deterioro de los materiales puede causar a largo plazo la aparición de grietas e incluso pueden provocar la rotura de tuberías y otros elementos.
No te olvides del motor, de él depende el funcionamiento de tu coche. Tienes que estar perfecto, cuida de él y solicita en un autolavado una limpieza periódica.
Un lavado profesional llegará a todos los rincones de tu coche
La única forma de mantener el tren de rodaje limpio es gracias a profesionales que saben llegar a aquellos rincones que nadie más puede ver. Se asegurarán de que la oxidación ha sido eliminada y propondrán tratamientos para evitarla. Te darán consejos para prevenir la temible humedad, tan perjudicial para tu coche.
De arriba a abajo, en un autolavado dejarán tu coche como nuevo, lo inspeccionarán a fondo. Incluso se ocuparán de esas partes que solo ellos ven.